Cuando la salsa también es rebeldía.
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Cuando escuchó los primeros acordes salseros tenía 16 y se le quedaron impregnados en su alma. No se les pudo escapar, lo marcaron para siempre. Aún recuerda esos sábados caleños escuchando la emisora: Radio el sol de cali, los temas de Nelson y sus estrellas. Para ese entonces, la salsa casi no entraba a Colombia y con un amigo de su juventud y un radio sanyo, bregaban a coger la señal de la emisora en donde presentan los temas de la Fania y toda la salsa buena de esa época, ahí se le fue pegando el amor a la buena “melocha” como diría él.
Hoy, Pablito Fania, como es conocido en el mundo de la salsa en Ibagué, tiene 72 años, pero la verdad, parece de menos. Tal vez sea por su actitud locochona de gozarse la vida como viene y no amargarse por nada, ni pensar en lo que pudo ser y no fue. Pablito tiene 56 años escuchando salsa, rumiando temas que la mayoría de nosotros nunca ha escuchado, se sabe todas las historias detrás del género, quien compuso la canción, porque motivo, también los integrantes de las big band más representativas del género: La Sonora Matancera, Fruco y sus tesos, La Fania, Gran Combo de puerto Rico, El Grupo Niche y demás.
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A la fachada de su casa es imposible hacerle el quite, es difícil pasar y no quedarse mirando el mural de los dos intérpretes más grandes del género: Celia Cruz y Héctor Lavoe, los cuales Pablito decidió inmortalizar en las paredes azules de su casa como una suerte de homenaje, a sus carreras inolvidables y legendarias. Pero no siempre su fachada fue así. Todo cambio un día que vio un artista caleño hacer un mural para el conservatorio y decidió contratarlo para que hiciera de su casa un lugar inolvidable con una fachada icónica.
A eso del medio día, todas las semanas de lunes a viernes, su casa se convierte en un restaurante para saciar el hambre de varios comensales que buscan un lugar económico y casero para echarse un corrientazo. El viernes y sábado, a partir de las 6 de la tarde hasta que la rumba lo solicite, lo que era un restaurante, se convierte en una salsoteca para escuchar y bailar buena melocha.
“Yo por ejemplo soy uno. Vea hermano. Yo tengo ocho días de trabajo en mi restaurante… y yo espero este momento. Yo ansío el viernes para sentarme, tomarme un trago con mi amor, escuchar buena melodía y hablar”.
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En su rinconcito, como él le dice a la salsoteca que adecuó en la sala de su casa, después de haberla cerrado por algún tiempo por la pandemia y reabrirla por los lados de la Pola, se encuentran los cuadros de los compositores e interpretes más importantes de la salsa: Ismael Rivera: el sonero mayor, Héctor Lavoe, El Rey de la Salsa, Celia Cruz; La Guarachera de Cuba, Roberto Roena: El Gran Bailarín, Willie Colón: El Malo del Bronx, Rubén Blades: El Poeta de la Salsa, Jhony Pacheco: El Artesano de la Salsa y muchos más.
Donde Pablito Fania, así se llama el negocio, no solo hay cuadros, también se percibe un ambiente cálido, que se entrelaza con la buena música que pone Pablito. Él escoge personalmente los temas y se basa en varias cosas: No pone nada que no sea del noventa para adelante, considera que partir de allí no es salsa, afirma vehementemente que la salsa buena está del 90 para atrás, También se asegura que las versiones sean las originales y no covers. Pone canciones que no son comerciales o comúnmente escuchadas. No duda ni un segundo al defender la salsa clásica como la mejor de todas. Además de esto, asegura que ya no se volvió a sacar la salsa que se hacía antes, que no queda ningún cantante que soneé como lo hacían los grandes como Ismael Rivera: El sonero mayor.
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Su vida es la salsa, el negocio y su esposa, quien al igual que él es una experta catadora de buenos temas. Cuando debe ir a eventos como DJ ella es quien le sugiere que temas llevar para poner a bailar a todos. Solo en una memoria USB Pablito puede llegar a tener 10.000 temas de salsa sin contar los cds, acetatos que tiene en su colección personal de video y de audio que cada semana se da a la tarea de renovar.
Pablito Fania más que un coleccionista o un experto de salsa, es un defensor de la buena salsa clásica producida por intérpretes fabulosos y talentosos músicos. Es defensor de esa salsa que se hacía con el corazón, para que a las multitudes les cobijara el alma y los pusiera a bailar. Pablito, más que poner música y coleccionarla, vive la salsa como solo él lo sabe hacer. Pablito Fania es el general de la resistencia salsera en Ibagué.